
Jennifer Quijada-Bermudez
Manifestantes con sus carteles y banderas
Dos sábado pasados, primero de febrero, nuestra comunidad latina se unieron para formar una protesta en la esquina del estadio Ralph Stocker en las calles de North Avenue y 12th Street. Se calcula que asistieron más de cien personas que estaban listas con sus carteles, banderas y voces para presentarlas al mundo. Esta protesta se formó para enfrentar los recientes planes de deportaciones masivas por la administración de Trump y su enorme impacto en la comunidad latina. La organizadora de la protesta, Becky Mendoza, primera generación chicana es una de los estudiantes de Colorado Mesa. Al entrevistar a Mendoza sobre lo que la motivó a pensar en este movimiento, respondió “Para enviar un mensaje de que las familias no deben ser separadas y que no somos extraños ilegales, estamos aquí para lograr una vida mejor para nuestras familias”. Después de entrevistar a Mendoza, una manifestante que estaba presente en el evento llamada Samantha Portiyo, quien también es estudiante de la Universidad de Colorado Mesa, dijo lo siguiente, “Siento que los inmigrantes hacen este país y yo vengo de una familia de inmigrantes y siento que ellos hacen el trabajo que nadie más en este país quiere hacer y no los pagan suficiente. La razón por la que vienen aquí es porque quieren algo mejor para sus familias y el hecho de que están siendo discriminados es injusto y, sinceramente, es muy doloroso verlo, eso es lo que me lleva aquí hoy a apoyar a nuestra gente”. Mendoza y Portiyo parecieron no ser los únicos en sentirse así, por lo que otros manifestantes expresaron la misma opinión e hicieron carteles dedicados a eso. Aunque ese no fue el único motivo y motivación de la protesta. En general, esta protesta fue hecho para brillar luz sobre los grandes problemas de la comunidad latina en términos de discriminación, la separación de familias y el hecho de que su trabajo duro no sea reconocido debido a su estatus legal. Esta protesta contó con mucho apoyo de gente que vive en Grand Junction. Esta protesta es solo el primer paso en el futuro de los movimientos de la comunidad latina aquí en Grand Junction.